EL MÁS IMPORTANTE MENSAJE DE CHÁVEZ AL PUEBLO
Es realmente interesante ver cómo
algunos seres humanos encuentran maneras de comunicarse con sus seres queridos
a través del tiempo,trascendiéndolo,
llegando a donde no se puede llegar. Ganándole una batalla a la vida.
Venciendo a la muerte misma. Venciendo a la muerte para volverla a vencer una y
mil veces más. Chávez no tuvo reparo en seguir a hombres y mujeres históricas
que necesariamente tenían que ser evocados para darle forma a un proyecto en
construcción, de cuyas partes no se tenía nada totalmente claro, sino que se
iba conociendo, aprendiendo y construyendo sobre la marcha, pero, de cuya
esencia siempre estuvo muy claro. La vida de Chávez resultó ser un buen ejemplo
de cómo afrontar la política a la Mariátegui. La palabra SOCIALISMO vino a Chávez
como un descubrimiento tardío de lo que ya sabía, como la síntesis de muchas
cosas aparentemente disímiles para los cultos y entendidos. Encontró la forma
de vincularlas y conjugarlas en un sólo proyecto y en un sólo principio. La
palabra SOCIALISMO fue estratégicamente oportuna, útil y necesaria para el
pensamiento nacionalista del hombre hecho ya Presidente y necesaria para un
pueblo que se disponía con él desde un principio a asumir un compromiso
histórico con una posición histórica redimiendo las luchas del pasado y
reivindicando las luchas del presente asociadas a un ideal muchas veces
sostenido en el tiempo. Hoy nos damos cuenta, cosa que nos tiene conmocionados, al constatar por la fuerza lo
histórico del asunto, lo histórica de la lucha que estamos llamados a
protagonizar. Para transformar las cosas hay que vencer estratégicamente las
resistencias humanas y las resistencias del tiempo, al final somos simples
seres humanos, mortales y frágiles y la vida se encarga de recordárnoslo cuando
puede. Gracias al Dios que sea que algunas veces el tiempo resulta ser burlado
por inteligencias que se hacen superiores en el reconocimiento de su propia inferioridad:
espíritus humildes. Chávez siguió un principio y se esforzó en enseñar al
pueblo a seguirlo. No es suficiente pues con seguir personas, por
extraordinarias que sean, es necesario u obligatorio seguir un principio, de no
haber el principio por seguir la muerte logra su cometido: reducir al ser
humano a la nada, a la ausencia absoluta. Chávez siguió el principio del
socialismo. Chávez fue y es la garantía del principio. Chávez convirtió al
socialismo en un principio que define la identidad política del pueblo como
actor político con poder. Chávez fue y es la muestra de la vigencia del
principio. Con el principio latente las esperanzas del pueblo no decaerán y
para eso en la última hora Chávez pensó otra vez en el principio, pensó otra
vez en la manera de vencer al tiempocon el principio y se hiso nuevamente
seguidor de hombres para mostrarnos cómo hacerlo a nosotros con la idea muy
clara de continuar luchando a pesar de todo. Todos moriremos pero el principio
no. El principio no morirá. No sé cómo son las últimas horas de alguien que
sabe su destino pero imagino que el pensamiento no para de buscar la forma de
intervenir en un futuro desde la ausencia y ayudar a completar las cosas. Somos
seres humanos y a pesar de las teorías, de los métodos y los sistemas al final
de cuentas cuando queremos garantizar la continuidad de algún proyecto nuestro
ser nos lleva a pensar en personas. La persona de Chávez era y es una garantía
para el socialismo y para el pueblo, todos hasta él lo sabían, por eso unos lo
atacaban a muerte y por eso unos lo seguían a muerte también. En la búsqueda de
garantías para seguir adelante Chávez llegó a Nicolás Maduro como conclusión y
es importante comprender la razón porque es del todo de un contenido puramente
revolucionario. La última convicción revolucionaria de Chávez fue Nicolás y con
Nicolás nos envió el mensaje más revolucionario a los del pueblo. El punto de
no retorno para éste proyecto político revolucionario y socialista es que uno
de nosotros, siendo de nosotros en todo, se encuentre al control del poder
político del Estado, acompañado por supuesto, ahí está el mensaje a la
burguesía manipuladora, es verdad que los pobres somos ciudadanos completos,
dueños de nuestros derechos y libertades políticas, es verdad que somos igual
de capaces o quizás hasta superiores, ahí está la prueba: que un presidente
formado con excelencia, más profesional que muchos de los que lo detractaron,
haya confiado en un humilde chofer de autobús para darle continuidad a la más
grande de sus empresas, al más importante de sus sueños haciéndose en el acto
un seguidor más en tanto que pueblo. Para pensar en Nicolás Chávez mismo se
puso en la posición de seguidor y en ese momento se hizo capaz de renunciar a
sí mismo por el bien del pueblo en socialismo. Ahí está la esencia del sueño y
del proyecto. Chávez no soñó hacerse del poder. Chávez soñó con ver al pueblo
hecho y dueño del poder. Se equivoca el que piensa que Chávez no vio su obra
completada: la vio antes que nosotros y entonces se fue para volver en el
pueblo como pueblo. Ahí mismo, frente a nosotros, está la prueba de la
iniquidad del capitalismo y la ética aristocrática. Pronta está a manifestarse.
Todo lo que digan de Nicolás lo piensan de cada uno de nosotros. Cada ataque a
Nicolás es un ataque al pueblo. Todo lo que nieguen a Nicolás nos lo niegan a
nosotros. Lo ilegitimo que ven en Nicolás viene de su creencia de superioridad
que dice que nosotros los pobres, en tanto que somos lo que somos, no podemos
ser y hacer como ellos porque somos inferiores. Con Nicolás está el mensaje de
que tenemos que asumir el control total de nuestro movimiento político y asumir
así el reto y el compromiso de construir el verdadero desarrollo, bienestar y
paz nacional siendo lo que somos sin capitular frente al enemigo burgués,
capitalista, liberal, neoliberal, imperialista, colonialista sintiéndonos menos
y echando de menos de lo que somos tratando de escapar a toda costa de nuestro
origen perdiendo hasta el alma en el proceso. El modo de vida capitalista les
cobra a los pobres con su alma para dejarlos disfrutar marginalmente de sus
supuestas maravillas. Para ellos nunca dejamos de ser lo que somos, entonces,
por qué esforzarnos nosotros en no serlo, en ser otra cosa, no perdamos la vida
tratando de ser lo que no somos, seamos el pueblo y como pueblo asumamos el
reto de gobernar nuestro tiempo. Ese es el mensaje revolucionario que Chávez
nos envía en la persona de Nicolás Maduro.
ANTONIO BERRIOS
Motorizado de CiudadPetare hasta que Dios y la revolución quieran
¡ASUMAMOS EL RETO!
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
¡INDEPENDENCIA
Y PATRIA SOCIALISTA!
¡COMUNA O
NADA!
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